jueves, 17 de mayo de 2012

Verbo sentimiento

Tengo ganas de decir cuanto quiero saber lo que no me quiero encontrar después de tanto buscar sin animarme a creer que de verdad es lo que se ve. ¿Te acordas cuando Palermo era nuestro lugar? Esas tardes que cantábamos a la libertad, el desencuentro y mucho más. 
Y es que en realidad no quiero creerte lo que te animas a venderme. Lucifer fuiste, encantos vendiste y sin querer no te debía volver a ver. Una calle, un tren, los papeles y derribando muros me encontré. Mis negaciones inocentes cegadas por el clavo que saco sin piedad de la piedra dura, cajas de pandora en esa invencible armadura. 
Besos en la lluvia e increíbles actos de egoísmo, todo denota mi locura sin parar de pensar en noches de pura luna. Cuando el cuerpo bañado en plateada luz se volvía reflejo de belleza impura. Entonces me encontré en tu verano de desilusiones pidiendo hombros para llorar promesas rotas que como espejos de colores quebraron esos pobres corazones. 

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