Tu juventud alberga las calles y en eufóricos grito cargados de hormonas te celebran. Mía, de todos. Suena tu canción, la que ancestros han tarareado. Reina noche, santa mañana y amiga tarde. Tu aroma y maquillaje todos los días tan igual pero siempre diferente ambientan mi vida a cada recuerdo. Rompecorazones de primera, dama de pisada fuerte. Mataría mi amor por defenderte. Uno más de tu legión embelesado causa de tu hermosura marchando en frente de guerra.
Tus calles me han cobijado lo suficiente para enamorarme y a la distancia llorarte.
Buena amante Buenos Aires.
domingo, 5 de mayo de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Todos los finales
Propongo que nos reunamos en la oscuridad, secreto y cálido. Huimos pero solo un rato, sin compromiso de decir la verdad. Te ocultas, no te voy buscar. Me queres hoy, mañana solo un rato de pasión. Te pago por un respiro más pero cuidado que este es mi último cigarro. Porque una nube lluviosa bajo mi cabeza persigue mis ideas de cartón, temo al resplandor y no quiero más calma. Te veo alrededor, no entiendo. Desvanece, que fácil el humo partiendo de filosos labios. Un beso, no es demasiado. Una despedida, es suficiente.
Pido permiso para pasar, siempre sin resaltar me envuelvo en un capullo de aroma. Está en mi memoria y se desangra como el primer día. Pisando el asfalto veo claro el cielo, extraño vivir sin humedad pero las estrellas guían el regreso. Mentirosas, juraron estar y hoy frente a una iglesia prometen un nunca jamás. Entre la multitud aguardo la mirada final donde el quiebre retumbe y gran eco. Temblores clásicos de la impotencia del anillo perdido, mi fuerte paso y la gran entrada triunfal. Final.
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