lunes, 30 de julio de 2012

Anexo de realidad III

Necesitaba tener un abrazo a cuenta para cuando no estes. Necesitaba el calor de un hasta luego vestido un de adiós que supiera recordar cada momento. El calor que me arrope en vacío lecho cada noche. Despedidas sin un beso, cantares de exceso eclipsan cargados de malas horas, días y meses. Volver el tiempo y buscarte entre balcones. No vueles que el egoísmo asesina en esta noche.
Cuanto podría durar el escape maestro de no saber y en solitarias veladas factura pasa. Liberar el cariño en cualquier luna para volver a respirar. Me ahoga desquitar pasiones pensando que ahí no quiero estar. Vuélvete real y no huyas de tan tierno captor.

sábado, 28 de julio de 2012

Que lluevan cristales

Claman por mi las voces, pueden arreglarlo todo y dejar las tristezas afuera. La última copa tiene nombre de demonio, otro de los tantos con los que día a día lucho. Donde el tiempo no tiene dueño y nos tortura en vuestro propio infierno. Pasan los días y las alegrías sufren desgastes, el viento las arruina y quita el color de la vista.
Queda sin decir una última nota en el recóndito escondite de mi captor, tan mío como tuyo, tan nuestro y de nadie al mismo tiempo. Jode el tiempo del que somos maestros, en armaduras de espuma disipa las dudas de una canción en la luna. Que lluevan cristales y las cicatrices no sanen, riendo al son de nuestra muerte resuelvo la duda de quién esta noche me ayuda. Porque ningún lecho es demasiado duro para que mi corazón descanse en los inviernos de mil lares.
Entre los equipajes que guardan esos recuerdos quiero ver tu cabellera al viento jodiendo el día que desborda en nubes, tan magnífica es una mirada que encarna la necesidad. Quiero concederme un antojo más, siempre volver a buscar en cualquier bar placebo para calmar el llanto de no estar.

lunes, 16 de julio de 2012

Anexo de realidad II

El desahucie a cada día que pasa logra alimentar a la bestia interna. Sed de sufrimiento y dolor se aloja en un corazón que se va secando poco a poco.  El rencor causado por la falta de libertad se viene en forma de mil cicatrices profundas y grotescas al alma.  Escapar tan fácil como pasar la noche en la tundra en traje natural. Se van cayendo los pedazos de una vida que da paso a la realidad, la coraza de la realidad. Mundo deja de girar que ya me quiero bajar, imposible resistir tanta intensidad. El demonio espera en mi portal con más esperanzas que volver al hogar. Vendo mi alma por una pizca de tranquilidad libre de narcóticos, no quiero dejar de bombear. Callejón sin salida, no más verdad.

Las noches I

Entre calles mi humo se desvanece y locuras corren por los callejones. Diversiones de buenas noches, cuando más. Ardores que se apagan con el frío, no me acuerdo de la luna pero yo sé que esta. El equilibrio que va de una dirección, cuando busco mi parada encuentro cien caminos distintos hacía la tranquilidad.
Me ofrecen mil besos de conserva pero de que me servirá cuando lejos se va el encanto de la emoción. Voces que raspan y acentos que he de escuchar para dejar correr un río grande como la distancia que hay entre dos personas sin nada más que hablar. Levántate, sé libre y venme a buscar ya. Tan difícil no es cuando hay ganas de disfrutar una o dos noches más sin saber que va a pasar.  
Cuando el sol sale la ventana me queda chica y ya no sé por dónde escapar. Tengo que volar y volver a los cantares de la realidad. Tres notas, un agudo y vuelvo por más y sino otro momento más se deja escapar, pero ya nada importa.

jueves, 12 de julio de 2012

En medio

La fina línea que debo cruzar, en la que no puedo descansar. Viviendo entre el pasado y el futuro no asegura que pare en el presente. La piel se desgarra, las heridas sangran. En un cortejo fúnebre descansan restos de los besos robados. Culpas de un asesinato a sangre fría, un suicidio impúdico hacía el corazón.
Mis dulces sueños se encuentran en un kilométrico lecho que no sabe de soledades, de llantos ni penas. El limbo que depende de mí falta de conciencia. Cuantas buenas acciones podrían alejarme del infierno por el cual tanto me tiento.  Tan real como el frío que me consume al despertar.  Un beso, una sonrisa y las ganas de no estar. Miel con menta tiñen dulces miradas.

lunes, 2 de julio de 2012

Una vez más

He oído caminar alrededor miles de lobos disfrazados de oveja, buscaban comerte el corazón de un solo mordisco. Tan dulce y frágil, pero de ninguna manera débil. Buscó por cielo y tierra donde alojar su musculo bombeante pero cada viaje logró cortajearselo un poco más. Ahora a cada acierto y error ella le guarda un lugar en su cajón. Desbordante no permito dejar paso a una equivocación más. Tu bondad pura velo ante un lobo más, mi gran y tan indefensa mujer esto ya es personal.
Madrugada a madrugada acudiré a tu consejo hermana mía, madre y protectora. Días en los que nuestras opiniones y elecciones nos han de alejar, cuando las lunas cambien hemos de volver a ser lo que siempre fuimos.
No quisiera repetir mis palabras una y otra vez, pero al sentir tu sonrisa cada vez que te dedico versos  que me salen de adentro, el corazón se ensancha y repiquetea de la emoción. Como amor puro y sincero sin fecha ni locación me envuelvo en tu cantar de alegrías y desamor.

domingo, 1 de julio de 2012

Vuelvo viento

Imágenes profanas, pecados hechos piel. Gritos inundan la oscuridad. Deseos hechos realidad y bajos precios a pagar. Muerde, lame, goza.  Ahogados bajo la comodidad, los sueños se hacen realidad y dejan de lado la banalidad rutinaria. Desgarra la cubierta de un momento cargado de angustias para dar paso a lo salvaje. Las carencias dejan de existir y nada puede impedir la sonrisa de satisfacción que aparece furtivamente. Una vez basta para dejar de llorar, pero busco más. Insaciable sed de lujuria y algo más. Protectoras caricias aseguran una cura para el dolor, un olvido que ha de durar. El cambio, las posibilidades.
Belleza imparable ante cada mirada, ojos atrapantes, voces dulces. Blancura fulminante, perfección desvergonzada, amables palabras. He de despertar cuando logra aceptar que es real.  Destinos cruzados ante la imponencia del mismo, motivos para desconfiar del momento propicio. Es aire, es libre, es nada y cuanto puede ayudar. Vuelvo viento, vuelvo libre, vuelvo en paz y el reflejo acepta la tregua una vez más.