miércoles, 28 de diciembre de 2011

Hechicería

Sonrisa maléfica un tanto perversa se arrima en los labios concebidos por dios. Seducciones perdidas vagan por el ambiente y desgarra los músculos interiores. Increíble la danza de la mariposa, como me encanta, que locura!
Podríamos quedar y no buscar más, pero la libertad te ata a un cause de descontroles y no quiero más que un rato de sinceridades. Buscando la mirada pierdo una pierna, y más me gusta. Más me atrapa y quiero buscarte, que me mates y me des un poco de eso que tan bien guardas.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Lanza


Ella es Lanza, es una droga que te quema el cerebro. Así la conocí, en una tarde de parque. En realidad la conocía hace mucho tiempo, pero no entraba en mi radar. A fin de cuentas, era un objeto no reconocido en mi sistema.  Ante sus insinuaciones, era una más y no dejaría de serlo, por eso quizá no di un paso en falso y termine con todo antes de que fuese demasiado tarde. Lo veía como un juego pero la historia se prolongo, y con ella mi dependencia. Primero fue una tarde que se convirtió en noche, luego fue una mañana que termino en actos inconscientes.  No creí que me durara, a duras penas soportaba su efecto pero su sabor era el más delicioso. La ambrosía de los dioses, dulce como ella sola.
Mis encuentros con ella se fueron tornando más regulares, hasta el punto de tener miedo de querer verla, de expresarlo. Podría decir que no fui completamente fiel a su efecto y en más de una ocasión me deje tentar  por más de una sustancia, pero nunca tan placentera como ella. Los efectos que generaba en mi cuerpo lograron despertar algo muy dormido en mí, quería más.
Pase noches enteras en su compañía sin poder probarla, la tenía al lado pero no era mía. Aunque pelee por conseguirla, no era de nadie y con esas cosas es difícil meterse. Más de un amanecer pude terminar abrazada a su hipnotizarte piel y sí que lo disfrute. No había cosa más maravillosa que ver el efecto de la sustancia en su rostro, por más que la composición cambiase, siempre iba a ser igual. Tomase lo que tomase, siempre iba a ser lanza. La amargura que te genera su dependencia y abstinencia, compensa el dulzor que queda en los labios cada vez que la vuelves a probar. Porque no era una vez más, siempre era diferente y a la vez tan igual.  

sábado, 24 de diciembre de 2011

Carta abierta de una piedra

Nadie comprende mi sufrimiento ni mi dolor, nadie sabe de mi pasado. Tampoco diré que con esto lo sabrán, pero es una forma de dar a entender que no soy tan piedra como parece. Nadie sabe de mis intentos y desesperaciones, nadie sabe de mis heridas ni de mis cicatrices. Nadie sabe que llevo las marcas más profundas dentro y que estoy llena de heridas superficiales. Nunca fue mi estilo demostrar de una manera tan literal lo mucho que siento y lo herida que estoy. Me reprimo emocionalmente de una manera constante, el de afuera piensa que soy una piedra y yo tampoco lo niego.
El dolor físico puede ser inaguantable, aunque aseguro que es peor el dolor que se siente por dentro. Admito que de tanto reprimirme, pude lograr mostrarme tal cual un frío y duro mármol, pero solo algunos pocos saben que no es así. No estoy en pos de victima, solo necesito un momento de reflexión, de redención.
Durante mucho tiempo espere esa mano que nunca llego, lo cual me hizo sumergirme en los pozos más profundos de autodestrucción hasta el punto de no poder mantenerme en pie.
Porque no digo que sea lindo, porque no digo que es bueno, pero matándome de a poco, siento menos el dolor de estar viva. La muerte es fácil, pacifica. Durante mucho tiempo la espere, no lo niego. Era un despertar y pensar en que quizá al otro día dolería menos y soñar con el día en que no sintiera más. Tanto lo desee que termine muerta en vida. Así como ahora. Como cada día que pasa, como cada minuto y hora.
A medida que paso el tiempo, empece a morir con más regularidad, pero nunca sería lo mismo. Ya no recuerdo la época en la que no necesitaba sucumbir a tantos factores externos para buscar la paz. Aún así todavía no la encuentro, pero al menos la camuflo con un poco de dolor superficial.
Le tengo pánico al dolor, eso es cierto, pero más pánico le tengo a lo que hay dentro mío. Hoy en día creo que ya todo eso que reprimí durante años, esta saliendo a la luz y haciendo estragos con mi persona. Mi cuerpo no lo aguanta y menos mi mente. Las noches me invaden y alejan toda esa careta que puedo ser.
Me escondo tras mi mascara más valiente y así salgo al mundo, dejando detrás una mueca de dolor.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Infierno

Desciende del mismo olimpo para reunirse en el infierno con mi otra mitad. Y busca un poco de calor. Sus manos desgarran la carne. El ardor es tan fuerte que no puedo parar. Los bajos instintos se potencian, pero busco un poco de amor. Quiero un poco de tu dolor, quiero escuchar más historias de desbordes, de limites, de pasados insufribles.
En la esquina del cuarto espero la sentencia, el castigo y al verdugo. Deseo más, anhelo más. Abriendo las puertas del cielo encuentro la perfección de un segundo. Un ínfimo suspiro y me siento renacer. Un angel caído, una botella y las locuras de algunos años. Como un libro podré decirte que cualquier momento robado valió la pena. La sangre y el alcohol podrán hacer el resto. Quemame. Incendiame. Destruime. Buscame. Dejame. Dame.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Días

Desquiciados los arranques y cambios de humor que poco a poco se dan. El conformismo y las ganas de un poco más se debaten en una cama durante un tiempo más.
Dura la noche y el día peor, sin querer aterrice en tu balcón y de pronto ahí me quede. Aunque no existiese nada de lo que viva, un pequeño clamo de satisfacción recorre mis venas jugando al juego de no vamos a hablar.
Qué más da de mis calles y tus problemas, que más da de la vida que pasa y los meses que se estancan en un nunca acabar. Sin nada y con un poco de cariño robado ocupo el lugar de alguien que no esta. Aunque deseara resistir, la tentación lleva las ganas de no desprender queriendo no querer y fallando como en todo lo demás.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Frío

Cual es la verdadera inteligencia si no es propicio dar una critica realista de la situación en cuanto al trabajo propio que desencadena en un inconformismo absoluto adornado con conocimientos inservibles.
Cual podría ser la cuestión que inunde una conciencia en tales embrollos de emociones causando un desencadenante totalmente físico. Cuando podríamos hablar de ciertos aspectos y situaciones que conducen a un simple final. Cansados de buscar el verdadero propósito que nos arrastra y desangra poco a poco.
Y en realidad resulta que solo somos imbesiles buscando un poco de calor.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Camino

Hay momentos en los que el deseo de la pura inconciencia constante nos deja llevar y nos hace tocar los limites del mismo agujero negro. El mismo placer cubierto de dolor que nos lleva a entregarnos en los más profundos mares de excesos es el que poco a poco nos destruye dejandonos una dura existencia por transcurrir.
No existe el verdadero dolor si no hay una real finalidad. Porque de eso se trata, de buscar el final.
Hundidos por las causas que cortan nuestras vidas vagamos en busca de un final. Aunque no queramos siempre va a ser igual, de la misma forma lineal.
Simplemente el deseo de alivianar un camino lleno de obstáculos nos corrompe al punto de olvidar quienes somos. Todo resulta tan vacío y superficial que no da cuentas a lo que verdaderamente importa, lo que se siente no de lo que se dice sentir. Así como podría decir que quiero pero no debo, puedo decir que lo voy a hacer y no me importa nada más, porque en eso consta mi felicidad.
Nadie determina lo que realmente es correcto o no, son solo factores que nos impone el entorno. A mi no me importa mucho ya saber si esta mal o esta bien. Poco me causa lo que digan ya. Solo yo podré aprender de mis aciertos y de mis errores.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Quiero

Las marcas que dejamos cada vez se volvieron más reales. Tiempos de lluvia no nos acompañaron pero la tormenta igual llego. Así como una vez paso, esta vez la tormenta arraso con todo a su paso y sin nada me dejo.
Habitando en lo más profundo de un moretón descansa el recuerdo de un futuro adiós incentivado por la ingenuidad y falta de tacto.
Miles de calles pasan alrededor y nada ni nadie se da cuenta de que pasó. Me pasó, a vos te pasó? Qué nos pasó? Si realmente no pude, si realmente no fue, lamento haber sido como fui. No quiero otro diciembre, no. Quiero tu diciembre.