viernes, 4 de mayo de 2012

Nochecitas de desamor

Esas noches en que las pasiones se mezclan y surge de ellas un toro que no podes tomar por las astas. Noches crueles, que desearías el frío las solapara pero el maldito se niega a aparecer. Temblando de desolación, ni una excusa para aliviar el clamor de cuanto pensamiento se atraviesa por la mente, se sufre en silencio.
Las piadosas y embroncadas lagrimas terceras no reducen el desamor, lo calman por un rato pero en momentos viles de madrugadas insensibles que no saben de sentimientos agradables, logran convertirse más en culpa que satisfacción.
Despejar las lluvias del alma resulta tan duro como volver a caminar por las callecitas que albergaron besos robados, gritos, llantos y algunos abrazos. Que triste estas Buenos Aires hoy, que triste estoy sin vos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la culpa es como un mar, que, friamente, cae en forma de lluvia, inundando el alma llameante. Pero en medio de esa tormenta, un relámpago deja ver un techo, el cual debes de tomar para que esa candela no se apague nunca.
No estoy inspirado, pero te dejo un tema que justo escuchaba...
Muy bonito éste, lo que más me gustó fue el último parrafo. La felicito
http://www.youtube.com/watch?v=XPm9nKu9eXk