La niña lloraba cada noche por un amor perdido, su almohada se teñía en lágrimas azules de desamor. Se nos va la noche, déjame entregarte un nuevo corazón. Roto, remendado y vendado, seco y agujereado pero tan sincero que podría darte vida durante un siglo entero. No te amo y es una mentira que me sale tan bien, acércate y te lo diré por última vez.
Te prometería la tierra pero ya no sé por dónde comenzar. Permitiría que me uses para secar tus lágrimas aunque me vuelvas a abandonar, advierto que las despedidas no se me dan bien. Niña que no deja de llorar, niña que no ama ni se deja amar ¿Quieres saber cuánto tiempo más voy a estar?
Deslumbrando con su sonrisa de ojos tristes déjame pedirte una noche en la que no existan lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario