miércoles, 21 de marzo de 2012

Habitaciones y corazones

Con el corazón acongojado y algunos centavos me devuelvo a las calles sombrías que tantas veces me refugiaron del dolor. Empaño las vidrieras que me rodean por si llego a ver tu reflejo, no quiero solo te digo. Ni tantas molestias me tome, tomaré o lo que pueda permitir volver a realizarme cuando pienso y solo me digo que no quiero ni un poquito de este camino. Vaciando las hojas y buscando entre recuerdos molestos que me impiden recorrer, desencadeno en el más angustioso clima de angustias. Perdedores de sueños y vencidos carentes de esperanza me tiran una ficha para que no vuelva, nadie desea que vuelva. En mi imaginación recreo sin fin de momentos en los que todo resulta ideal, que lindo sería no tener que ser yo.
El suelo se alza en fuegos eternos, llegan hasta el techo. Las ventanas explotan y todo es color carbón. Puedo ver en el fuego retratos de lo que alguna vez fue esa habitación, quemada y fundida, hecha cenizas. Esa habitación soy yo y digamos que un poco el fuego ya me toco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Puede ser que un poco de fuego la tocó, pero queda en usted el correr para huir, o dejarse consumir por las llamas.
No siempre es bueno seguir por un camino, ciegamente. Volver, replantearselo y tomar un camino totalmente diferente ayuda para encontrar otro punto de vista, otra manera, otra forma.
Aveces hay que empujar, a los vencidos que bloquean el camino de retorno, y volver en nuestros pasos, para volver a empezar. Es algo que le costó a un vagabundo deducir, creía que marcando un punto y empezando desde ése lugar, arrasando todo a su paso, podría encontrar la salida; pero finalmente, parar, analizar, y volver en sus pasos fue la manera de reencontrarse, de autoaceptarse, de dejar de ser cazado por los recuerdos y ser él el cazador.
Y aveces, cuando uno vuelve en sus pasos, tiene oportunidad de, en el camino de vuelta, encontrarse con sonrisas y alegrías antes ignoradas, olvidades, que le enseñan un rumbo totalmente diferente, un nuevo camino. Lo importante es probar, y nunca dejar de caminar.

Atte. un Huron