El gran cazador desenvaina su más poderosa arma, la palabra. Entre diálogos de ficción dice las palabras más sinceras que un hombre podría osar escuchar. Cuentos de cantores y salvajes relatan una época pasada que tanto me ayudo. Entre acordes sucios recuerdo las lecturas compartidas y la piel se me eriza.
Cuantos viajes pasaron hasta que su cabeza no pidió más. Entre las montañas reposa cual exiliado buscando un poco de paz. Amores perdidos y nuevamente encontrados cuentan como paso de cazar a ser cazado.
Mis respetos a tan magistral persona, a tan encantador ser. Ni un millón de letras podrían describir las vivencias acumuladas y raíces que lograron conformar lo que hoy es un vagabundo que se ha convertido en señor.
1 comentario:
La cara se sonroja y una vaga sonrisa se dibuja en la cara de un vagabundo.
Unas palabras que cuentan más de su historia se cruzan por sus ojos, aclarandolos hoy, remontandolos a un pasado. Un Pasado sucio y oscuro que predominó durante años, y que una herida siempre abierta dejó. La picadura de los remordimientos sigue bombeando veneno, al cual ya se acostumbró.
Un simple parpadeo y comprende que no es más como antes, y que un día tormentoso el pasado enterró. La lluvia lavó la suciedad y las brumas se desvanecieron; y hoy, un cazador resurge de la bruma. Las palabras de alguien en la luz del fondo lo hacen comprender que hoy, pasó de ser una presa, a ser el cazador; y un hombre un poco mejor.
Se lo agradezco.
atte. El Ex-Vagabundo
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