Es incomprensible el momento en el que caí en las redes tan poderosas de una presencia poco notoria en el pasado. La cabeza me empieza a girar cuando se trata de tu voz, cuando digo que no y sigo un poco más adelante. Lucho entorno a un sin fin de preguntas que no se hacen y me muero cada vez que una palabra cruza el umbral de tus suaves labios. Las miradas lascivas me incentivan pero en el fondo veo un leve brillo de cariño resentido que desearía fuese amor.
El incomparable olor de la victoria que me acecha de vez en cuando alrededor de tu pieza no es suficiente para calmar el temor de tu posible ausencia. Y si todos mis escritos de ahora en más llevaran tu nombre, no me avergonzaría. Simplemente puedo decir que mis ansias de vos logran algo incomparable en el horrible ser que pasado el tiempo soy, porque solamente pido la redención de tu cariño sincero, aunque solo me conformaría con las noches de calor y besos robados que dejan en mi un increíble dulzor.
1 comentario:
sonás como una mujer-lobo, acechando con cariño una presa la cual la acepte y reconforte.
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