sábado, 24 de diciembre de 2011

Carta abierta de una piedra

Nadie comprende mi sufrimiento ni mi dolor, nadie sabe de mi pasado. Tampoco diré que con esto lo sabrán, pero es una forma de dar a entender que no soy tan piedra como parece. Nadie sabe de mis intentos y desesperaciones, nadie sabe de mis heridas ni de mis cicatrices. Nadie sabe que llevo las marcas más profundas dentro y que estoy llena de heridas superficiales. Nunca fue mi estilo demostrar de una manera tan literal lo mucho que siento y lo herida que estoy. Me reprimo emocionalmente de una manera constante, el de afuera piensa que soy una piedra y yo tampoco lo niego.
El dolor físico puede ser inaguantable, aunque aseguro que es peor el dolor que se siente por dentro. Admito que de tanto reprimirme, pude lograr mostrarme tal cual un frío y duro mármol, pero solo algunos pocos saben que no es así. No estoy en pos de victima, solo necesito un momento de reflexión, de redención.
Durante mucho tiempo espere esa mano que nunca llego, lo cual me hizo sumergirme en los pozos más profundos de autodestrucción hasta el punto de no poder mantenerme en pie.
Porque no digo que sea lindo, porque no digo que es bueno, pero matándome de a poco, siento menos el dolor de estar viva. La muerte es fácil, pacifica. Durante mucho tiempo la espere, no lo niego. Era un despertar y pensar en que quizá al otro día dolería menos y soñar con el día en que no sintiera más. Tanto lo desee que termine muerta en vida. Así como ahora. Como cada día que pasa, como cada minuto y hora.
A medida que paso el tiempo, empece a morir con más regularidad, pero nunca sería lo mismo. Ya no recuerdo la época en la que no necesitaba sucumbir a tantos factores externos para buscar la paz. Aún así todavía no la encuentro, pero al menos la camuflo con un poco de dolor superficial.
Le tengo pánico al dolor, eso es cierto, pero más pánico le tengo a lo que hay dentro mío. Hoy en día creo que ya todo eso que reprimí durante años, esta saliendo a la luz y haciendo estragos con mi persona. Mi cuerpo no lo aguanta y menos mi mente. Las noches me invaden y alejan toda esa careta que puedo ser.
Me escondo tras mi mascara más valiente y así salgo al mundo, dejando detrás una mueca de dolor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La carta de la piedra es lo que era éste tema para mí;
http://www.youtube.com/watch?v=b6Yhsvsq4qg

Se acerca el final de otro año, y los repasos solo te llevan a romper más rocas con las manos hasta que sangren; Aveces, la mano nunca llega, y uno es el que tiene que Luchar para salir del pozo. Como me pasó a mi, me hundí tanto que me cansaba de luchar, y todavía tengo un pie en el pozo. sin embargo, una vez adentro, es casi imposible salir. Lo importante, es mirar al cielo desde ahí, e intentar alcanzarlo, porque él no nos va a alcanzar a nosotros.
Controlá tu interior; no dejes que te controle. Mi ira explota aún hoy y la sangre mancha mis manos. sin embargo, en la tormenta, estoy en paz. Siempre supe que sos una chica sensible, que necesita afecto y tranquilidad. Llena de emociones, pero para nada como una piedra. En todo caso, sos roca en pleno proceso de erosión; cambiante. Y justamente por eso, debés erosionar a un estado el cual te permita sentir libertad. No te encadenes más; salí y respirá. las cadenas se pueden cortar, y los pesos pueden cesar, y aunque el dolor te pese, quitate la máscara y mostrate tal cual sos. no te reprimas, y sentite libre de decir y hacer lo que quieras. El pasado estará presente, pero como un recordatorio de lo que pasó. Personas como nosotros, que reflexionamos todo el tiempo, sufrimos. Pero es nuestra naturaleza; solamente no te ocultes de lo que sos.
Yo solo te regalo una canción, pequeño Diente de león, con la esperanza de brindarte una sonrisa, en la oscuridad.
http://www.youtube.com/watch?v=8fDWCEjj81c

Atte. un vagabundo que siempre pasa, y comenta algo para sacarle una sonrisa y recordarle, que en tiempos de adversidad, siempre hay alguien que la comprende y le manda un abrazo con palmaditas en la espalda para sacarle una sonrisa.