miércoles, 19 de octubre de 2011

Tres

Una calada más profunda que la otra y vuelve a repetir. Con las cenizas en la mano y el fuego en la garganta se deshace de las sensaciones que inundan este cuerpo.
Corre por las venas y se asienta en el corazón. Deja un espacio en blanco y viene un espasmo. Agonía de placeres impuros vienen de distintas maneras. El llanto que te ahoga el pecho se quedo arrinconado y guardado.
¿Y si dejamos esto para después? Yo doy la vida por saber que te corre por las venas.

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