jueves, 1 de agosto de 2013

VI

En secreto y oscuridad nos guardamos dentro de la habitación. Callamos ante una audiencia de letras indiscretas. La emoción de crear ignorancia como una obra del más absurdo teatro. Y siempre estoy igual, sea quién sea el protagonista, nunca hubo un original.
La taquicardia de lo que calla y sin más me voy. La puerta, el colectivo, de nuevo conciencia a tomar razón y registrar los hechos. Caminando derecho, saltando las baldosas y de repente de pie frente a la realidad. A retomar el día perdido en la rutinaria faena.
Directo la vista a la repisa abarrotada de días en busca del libro contable de las pasiones. Un nombre más.

No hay comentarios: