Camino al escape de una mala situación, me encuentro en el limbo del corazón. Lejos del sueño que una vez me habías otorgado colisiono con desamparadas palabras carentes de libertad.
Una y otra vez las mismas palabras ruguen como fieras y se desprenden de mi pecho causando un estruendo que no deja dormir. El golpeteo constante de mi pecho un día ha de parar, pero será muy tarde para intentar recuperar las lunas perdidas de este cielo nublado. No he de llamar y poner mi cuello al filo de la guadaña solo por una cuestión de apariencia, puesto que hoy son los únicos deseos que me quedan.
Dama de negro gracias por la ayuda, pero aún no es suficiente el pago por tan mal accionar. Su fácil salida ha de interesarme pero aún prefiero el conocido suplicio.
Como he de volver a empezar y el tiempo vagando recuperar. De abajo he de volver, puesto que todas mis fichas rojas aposte.
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