lunes, 14 de noviembre de 2011

Octubre

Cuando todos los escudos caen, se puede ver la realidad de un musculo desgarrado. Llamando meses o incluso nombres, cada dolor tiene su causa y explicación. Que sería de mi sin ese cálido septiembre, o ese agradable octubre. Podría vivir tranquila sin mi noviembre, pero no quiero arriesgarme a que estas heridas se infecten.
Si tus caricias no hicieran más que daño, si no fuera tan adictivo tu calor, si no, si no hubiera razón tranquilamente ya la hubiera perdido por esas pequeñas cosas que a veces sos.
Así como Octubre se va dejando un fuerte apretón resentido de dolor, aunque hubiera querido que durara hasta noviembre, ya esta. Cuando no encuentre explicación, cuando siga buscando ese calor, cuando no tenga a donde ir, ahí voy a pensar en vos.

No hay comentarios: